lunes, 6 de enero de 2014

El rugir del cordero

Atrapados bajo muros azulados,
Noqueados por la ese atravesada,
Desolados ante la tesitura hechizada,
Los corderos nos alzaremos atemorizados.

Rugiendo y abucheando embestiremos
Los cimientos del ultrajado arrumaco;
Abasteciendo con calumnias y tacos,
A aquellos embaucadores embaucaremos.

Reíd, oradores mudos, reíd,
Que quien ríe último ríe mejor.
Mugid, rumiantes falaces, mugid.

Porque, al fin y al cabo, vuestra labia;
Resquebrajada, maltratada y apagada;

No evitará el dictamen de la sabia.

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