martes, 6 de enero de 2015

Un murciélago para dominarlos a todos: Burton y Schumacher, directores de Batman

Batman (1989), Batman Returns (1992), Batman Forever (1995) y Batman & Robin (1997).

Comienzo mi crítica en cuatro partes diciendo que buenos días, buenas tardes o buenas noches. ¿Qué tal? ¿Bien? Eso espero.
Bien, una vez acabadas las cordialidades, pongámonos en contexto. 3 y 4 de enero de 2015, me entran unas ganas tremendas de ver Birdman (or the unexpected virtue of ignorance) el 9 del mismo mes y del mismo año, película protagonizada por Michael Keaton y que da vida a un actor decaído que tuvo éxito años atrás protagonizando películas de superhéroes. Así pues, decido ver las dos películas de Tim Burton de Batman con Keaton como Wayne/bicho alado. Una cosa lleva a la otra y acabo viendo las cuatro películas pre-Nolan.

La primera: Batman. A secas, título directo, vas al cine sabiendo dónde te metes. Protagonistas: un Michael Keaton excéntrico pero comedido, un Jack Nicholson encantado de conocerse (como su Joker, pero no neguemos que Jack está encantado de conocerse muy a menudo, que se lo ha ganado) y una Kim Basinger que hace lo que puede con lo que le dan. Esta primera película es buena, entretenida para la mente adulta y terroríficamente sin sentido para la mente de un niño medio (o al menos para mí cuando la vi por primera vez). Para mí, lo bueno que tienen tanto esta como la siguiente es que Batman y Wayne no son tan protagonistas como en las siguientes. Para mí la película va de dos periodistas que buscan al hombre murciélago y ella, la fotógrafo, lo encuentra. A esta película a día de hoy, le doy un 7 sobre 10.

La segunda: Batman Returns. Bien, esta película tiene un primer acto que roza la perfección: si todos conocen a Batman y ya saben quién es y qué fue de su vida y por qué hace lo que hace, conozcamos a los malos, para que sepamos quiénes son, por qué hacen lo que hacen y qué fue de sus vidas. Y nos presentan a Pingüino, Catwoman y Shreck. O, dicho de otra manera, Danny DeVito, Michelle Pfeiffer y Christopher Walken respectivamente. Un reparto como la copa de un pino, vaya. Primer acto soberbio. Esta película creo que está más acabada que la anterior y la relación de Batman/Wayne con Catwoman/Kyle es muy interesante, morbosa y excitante. Más o menos como Holmes con Adler. A esta película a día de hoy, le doy un 8 sobre 10.

Y estas dos películas me hacen replantearme mis impresiones sobre la trilogía de Nolan, pero no voy a meterme en ese jardín porque Nolan es mucho Nolan.

La tercera, el acabose: Batman Forever. Cambio de director, cambio de actor, cambio de calidad. Si bien Tim no hacía uso de excesos y presentaba una película tan negra y carente de barroquismos y horteradas como su protagonista en versión súper, Joel se pasa todo esto por el forro de los cojones y pone colores fluorescentes al servicio de un guión deficiente y un repertorio de enemigos excéntricos y, mal que pese a un servidor, sobreactuados. Jim y Tommy hacen lo que pueden, Val Kilmer no da la talla en esta versión sosaina del personaje y Nicole se pasea por la película sin saber de qué va eso. A esta película, con un guión que hace aguas, unos diálogos para enmarcar en las oficinas de DC sobre lo que NO hacer en cine, unas actuaciones erróneamente sobreactuadas y una dirección deplorable, le doy un 3 sobre diez y da gracias.

La cuarta, fin de ciclo, gracias por jugar: Batman & Robin. Joel repite a los mandos de esta fosforita fábula del malo redimido, la mala encarcelada y los buenos más buenos que nunca porque además de ser muchos, son buenos. Fiesta y desenfreno en esta película que sigue fielmente la estela de su predecesora tanto en lo malo como en lo peor, aunque tiene ciertos puntos positivos a tener en cuenta como el hecho de que intentan meter un personaje femenino que no medio mala medio buena ni mala del todo, sino netamente buena de cabo a rabo tras su etapa de adolescente rebelde. Pero el tiro les sale por la culata y consiguen unos personajes más planos que el folio en el que escribo estas líneas, pero mejor actuados que en la anterior. Parece ser que Joel cambió de director de actores o que él tomó un cursillo intensivo de dirección de actores que tanto les hace falta a algunos. George Clooney como Wayne/Batman tiene la planta, pero no la entereza. Pero todos lo intentan muy fuerte y eso es adorablemente triste. Un 4 sobre 10, y porque intentan algo más que en la anterior, pero les sale lo mismo.



Espero que disculpéis mi prosa rancia, mi pedantería revestida de frescura falsa y mi incompetencia a la hora de criticar constructivamente o, simplemente, criticar. Pero ahora sabéis la opinión de una persona más sobre estas películas. Si eso os sirve de algo es cosa vuestra, pero si habéis leído hasta aquí es que algo interés tiene la cosa. Gracias por leerme, aceptaré opiniones, comentarios y demás menesteres siempre y cuando no insultéis sin ton ni son y seáis consecuentes con vuestros actos. Pillines. 

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