Las palabras vacías
huyeron con el viento
y chocaron con la
barrera del sonido,
sin tiempo o forma de
hombre tan fornido,
que reposaba en la
baldosa del tormento.
Volumétricas rocas
ordenadamente apiñadas
Con metálicos
reflejos, y vidriosos,
se alzan como montañas
en aquel andrajoso
lugar, atestado de
personas sublimadas.
Paraíso de ratas y
ladrones con traje,
desalmados y
ambiciosos diablos
dueños de lo verde y
multicolor, ¡diablos!
Lástima de humanidad
sin coraje.
Paraíso de ratas y
ladrones con traje,
desalmados y
ambiciosos diablos
dueños de lo verde y
multicolor, ¡diablos!
Lástima de humanidad
sin coraje.
Armoniosas, voluptuosas
y aderezas ninfas
que, de tanto cantar
y bailar con frenesí,
han caídos muertas en
la tumba carmesí
y han sido arrulladas
por las trasparentes linfas.
¿Dónde están las
cobayas de laboratorio?
¿Qué pasó con todas
las medicinas?
¿Cuándo hallaré mi
sitio en esta cruel mina?
¿Por qué me visten
con este enorme supositorio?
Paraíso de ratas y
ladrones con traje,
desalmados y
ambiciosos diablos
dueños de lo verde y
multicolor, ¡diablos!
Lástima de humanidad
sin coraje.
Paraíso de ratas y
ladrones con traje,
desalmados y
ambiciosos diablos
dueños de lo verde y
multicolor, ¡diablos!
Lástima de humanidad
sin coraje.
Los ladridos de los
perros han callado,
el viento fresco se
ha ido con el ídem
y ha dado paso a los grisáceos
pastiches
de las almas huidas
de nuestros cuerpos, abandonados.
Los dragones huyen
con rapidez y celeridad,
ahuyentados por el
dormido rebaño de ovejas
que hacen oídos
sordos a nuestras quejas
y mantienen la vida
muerta, sin claridad.
Paraíso de ratas y
ladrones con traje,
desalmados y
ambiciosos diablos
dueños de lo verde y
multicolor, ¡diablos!
Lástima de humanidad
sin coraje.
Paraíso de ratas y
ladrones con traje,
desalmados y
ambiciosos diablos
dueños de lo verde y
multicolor, ¡diablos!
Lástima de humanidad
sin coraje.
Retumbando los
tambores se alejan,
dando por conquistada
esta explanada,
muerta, árida,
maldita y arrasada;
las trompetas, sin
embargo, se acercan.
¿De dónde venimos en
realidad? De la nada.
¿Cómo somos
verdaderamente? Infelices de remate.
¿A dónde vamos sin
remedio? ¡Al infierno, qué disparate!
¿Quiénes somos
realmente? Gente muy necesitada.
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